La derivación y la desviación son conceptos que también se pueden aplicar al campo de la arquitectura, y se relacionan con el proceso de cambio y evolución de los estilos arquitectónicos. Tratan de captar sus diferencias en el proceso de diseñar al momento de toma de decisiones sobre detalles y estilos en la arquitectura. Sin embargo, se ve esta constante discusión acerca del proceso de nuevas creaciones y la belleza en modificar estilos existentes. En este escrito se estrará explicando las diferencias entre ambos términos y como complementan el uno con el otro en la creación y modificación de la arquitectura.
La derivación en arquitectura se refiere al proceso mediante el cual se crean nuevos estilos a partir de un estilo ya existente. Este proceso puede implicar la adición de elementos o detalles nuevos, la modificación de elementos ya existentes o la combinación de diferentes estilos para crear uno nuevo. Por ejemplo, el estilo neogótico surgió en el siglo XIX como una derivación del estilo gótico medieval, pero con la incorporación de materiales y tecnologías modernas. Se puede decir que mientras las personas siguen avanzando con el tiempo y nuevas tecnologías siguen creando, el proceso de derivación será uno presente y constantemente evolucionando, ya que nuevas ideas y estilos serán forjados.
Por otro lado, la desviación en arquitectura se refiere a la alteración de un estilo arquitectónico existente. Esto puede implicar la eliminación o modificación de elementos característicos de un estilo o la creación de un estilo completamente nuevo a partir de la alteración de elementos de otros estilos. Por ejemplo, la arquitectura brutalista surgió en la década de 1950 como una desviación del movimiento moderno, caracterizado por el uso de materiales crudos y la exposición de la estructura. Esto logra general un nuevo lenguaje hacia la visión de lo que ya es concoido, donde podemos ir desarrollando visiones del diseño a base de combinaciones de otras.
Es importante destacar que tanto la derivación como la desviación en la arquitectura pueden ser positivas o negativas. Por un lado, la derivación puede permitir la evolución de los estilos arquitectónicos y su adaptación a las necesidades y tecnologías actuales, mientras que la desviación puede permitir la creación de estilos innovadores y únicos. Por otro lado, la derivación excesiva puede llevar a la repetición y falta de originalidad, mientras que la desviación excesiva puede llevar a la confusión y la falta de coherencia en el diseño. La derivación y la desviación son dos conceptos que también se pueden aplicar al campo de la arquitectura. Ambos procesos pueden ser positivos o negativos, y dependen de la habilidad y creatividad del arquitecto para crear nuevos estilos que sean adaptados y coherentes con su entorno.
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